Sinopsis - Abstract
No deja de ser sorprendente y paradójico que salvo uno de los obituarios y necrológicas que se publicaron a raíz del fallecimiento de Jesús Torbado Barros, polifacético e importante personaje de las letras españolas, en diversos diarios, revistas literarias y página web se hicieran comentarios sobre el periplo de su trayectoria vital y rica actividad profesional, relacionadas con el mundo de la literatura, de la prensa y de los viajes, sin mencionar para nada, que tuvo el triste honor tras la muerte de Franco de ser el primer novelista, en marzo de 1976 a quién se le secuestró ya publicada y editada una obra, que llevaba el titulo Sobresalto Español y además, fue procesado por el magistrado Juez Instructor del Juzgado Nº 1 de Orden Publico, el tristemente famoso Rafael Gómez Chaparro, por un supuesto delito contra Las Leyes Fundamentales. Dicha novela fue posteriormente publicada por la Editorial Plaza & Janes, en abril de 1986 bajo el título El fin de los días, con un Introito diez años después –del propio autor– que serán objeto de nuestro comentarios.
Perfil biográfico
Nació Jesús Torbado Barros, en la localidad de San Pedro de las Dueñas (León) enero de 1943, donde su padre era maestro de escuela. Estudió interno con los monjes dominicos de dicha ciudad y poco antes de consagrarse marchó a Madrid para estudiar periodismo, comenzando a publicar artículos y reportajes en distintos medios , logrando su primer éxito el dedicado a los hippies de Formentera, quienes entonces eran expulsados expeditivamente y sin ningún miramiento por las autoridades gubernativas españolas. Marchó a Paris, donde trabajó como descargador de camiones y comenzó la redacción de su primera novela.
En el año 1965 obtuvo el premio Alfaguara con la novela Las corrupciones; en 1976 publicó en marzo “Sobresalto Español” relato novelado sobre los últimos días de la muerte de Franco, libro que fue secuestrado una vez impreso y editado y por el que se le abrió un proceso por el Juzgado de Orden Publico, al que luego habremos de referirnos con detalle, en ese mismo año recibió el Planeta por la novela ucrónica En el día de Hoy (los vencedores de la guerra civil fueron los republicanos…), en 1993 el Ateneo de Sevilla por El Pelegrino.
Además de dichas obras publicó en 1977 junto a Manuel Leguineche, Los Topos, una de los primeros ensayos basados en elaborados trabajos de campo- múltiples entrevistas con republicanos “enterrados en vida”, durante todo el régimen de Franco, con el tema de las consecuencias de la terrible represión de la posguerra y también escribió múltiples libros de viajes, ya que había recorrido más de cien países, La Europa de los Jóvenes (1967), Tierra mal bautizada (1968), Yo, Pablo de Tarso (1990),El Imperio de Arena y Viajeros Intrépidos (1998), La Ballena (199) y Milagro, Milagro! (2000).
Fundador de la Revista Los Aventureros y de la Sociedad Geográfica Española, corresponsal del Independiente en diversos conflictos bélicos, como el de la Guerra del Golfo y de las Agencia Logos y Colpisa.
Simultaneó la literatura con diversos trabajos en RTVE, fue subdirector de Estudio Abierto, Directísimo, 300 millones, Encuentros con las letras y La Clave, también guiones de películas como la Del Asesino no está sólo protagonizada por Lola Flores. Redactor jefe del semanario Signo, reportero del diario “YA”, colaborador habitual de los diarios EL PAIS, ABC, Gaceta Ilustrada, y entre los años 1960 1 1970 profesor en la Universidad de Porto Alegre (Brasil) y corresponsal del diario madrileño de la tarde Informaciones.
Respecto a la novela secuestrada el mismo Jesús Torbado la calificaba en la introducción a la edición de 1986 como un libro saritico leve y quizás efímero, que fue escrito a lo largo de un mes que transcurrió entre octubre y noviembre de 1975 para dejar una agridulce memoria de lo que cada día ocurría en el corazón de muchos españoles. No era un manifiesto, ni una denuncia, ni una caricatura, ni un documento, ni un una biografía de agravios, ni una venganza: sólo la irónica versión novelada del gran sobresalto que sacudió a tantas almas enfrentadas al fin de los días rutinarios, a la agonía de una historia.
Portada y contraportada de la novela de Jesús Torbado El fin de los días, editada por Plaza & Janes en 1986
Mi opinión personal no acorde con el autor, lógicamente en clave y enfoque desde la perspectiva actual, que esa novela fue todo eso y algo mas, gracias a la decisión administrativa del secuestro de un libro ya publicado, brutal e inquisitorial medida contraria a los más elementales derechos y libertades de la persona humana y además al ridículo procesamiento por el Juez de Orden Publico, con un delito contra los llamados Principios Fundamentales del Movimiento ¿…?, lo que le otorga a esa novela una dimensión y categoría de imagen sumamente ilustrativa del comportamiento de unos funcionarios franquistas, los cuales transcurridos unos meses de la adopción de dichas medidas y decisiones pasaron sin mácula alguna a continuar desarrollando sus tareas burocráticas y jurisdiccionales en el nuevo régimen democrático.
La fuerzas reaccionarias y de derecha de este país que se sigue llamando España, no han querido reconocer la excesiva benevolencia del pueblo y de las verdaderas fuerzas democráticas progresistas en el trato y respeto demostrado con todos aquellos funcionarios que sirvieron a la dictadura franquista impuesta a sangre y fuego, durante cerca de casi cuarenta años y después de una cruentísima guerra civil.
De ahí que, pese a los años ya transcurridos desde el fallecimiento del dictador se sigan mostrando reacias y se resistan a cualquier mínimo cambio.
Fotografía del obituario dedicado a Jesús Torbado, con el titulo El Cronista Andante
publicado en la pag.23 por La Vanguardia de 29.08.2018
Omitieron referencias al secuestro del libro “ El Sobresalto español” y procesamiento de su autor
Mediante un relato agridulce, la trama de la novela se basaba en una visión “de un españolito medio”, Ernesto, empleado en una multinacional americana, con oficinas en Madrid, con una familia tradicional y convencional de esposa y tres hijos, también con una joven amante -compañera de trabajo- que fue hippy en Inglaterra y dos personajes contrapuestos en el relato, por una parte el primo Pepe, que le irá ayudando en la labor de redescubrir algunas claves reales de lo que fue el régimen franquista en el pasado y un tal Don Gustavo empleado también de la empresa y facha militante, que tiene a gala “relatar” con cierto deleite, los hechos que en su juventud falangista realizaban con las deslenguadas mujeres “rojillas”… las llevaban al cuartel y les daban vasos grandes de aceite de ricino, que tenían que beber delante de ellos y lo que se divertían la juerga que se corrían al verlas irse por la pata abajo…a las recalcitrantes le cortaban el pelo al cero y le obligaban ir por las calles en brazos en cruz cantando el “Credo”-casi ninguna se lo sabia pero tenían que cantarlo de todas las maneras y luego a continuación les dábamos escobas y las poníamos a barrer, primero en la Iglesia y en el cuartel nuestro, luego en la calle…lo mismo hacíamos con “los rojillos” que aparecían por allí y no tenían culpas mayores…los otros iban derecho al cementerio a cavar sus propias fosas, así sin contemplaciones…
Ernesto que al mismo tiempo de ir siguiendo con preocupación las noticias que se publicaban por las enfermedades que llevaron al Dictador a la tumba, va descubriendo muchas de las verdades ocultas por la desinformación y la censura-relacionadas con la represión de los vencidos hasta entonces para él y otros muchos millones de españoles desconocidas, en una especie de relato cronológico que comprende desde el martes 21 de octubre al jueves 20 de noviembre de 1975.
Resulta más que significativo que los diarios más importantes de Madrid, Barcelona ,Valencia, León … (El País, ABC, La Razón, La Vanguardia, Levante, así como webs y páginas digitales como Lecturalia, Dragolandia, Busca- biografías…), no recogieron dichos dos verdaderos acontecimientos- el secuestro de una novela en marzo de 1976 que versaba sobre los últimos días del dictador y el posterior procesamiento del autor por el Juzgado de Orden Publico Nº 1, cuyo Magistrado Titular era Rafael Gómez- Chaparro-, en las múltiples y variadas notas necrológicas y obituarios que aparecieron publicados en los diferentes medios de difusión, periódicos, tv, radios y digitales, tras el fallecimiento de Jesús Torbado, pese a resaltarse en casi todos ellos , los aspectos más positivos que poseía, como periodista, cronista de la dura realidad social, narrador y agitador cultural.
Sin que tampoco hubiese referencia expresa a dicha obra y acontecimiento importante del primer e inmediato post franquismo en la Wikipedia, donde se detallan y referencian cronológicamente todas las obras de Jesús Torbado salvo los dos títulos de Sobresalto Español (posteriormente denominada) El Fin de los días.
La única excepción a esa tónica general de desmemoria colectiva y olvido de dicho hecho, la constituye la necrológica de Miguel Lorenci, Madrid, 23 de Agosto, crónica titulada Jesús Torbado. Final del viaje. Muere a los setenta y cinco años el escritor y viejo maestro del periodismo impuro, para Burgos Conecta, de donde se han obtenido casi todos los datos del perfil biográfico del fallecido para la presente entrada al blog .
Tampoco hay mención ni referencia expresa al secuestro de la novela Sobresalto Español, en las acreditadas obras de Historia de la Literatura Española, dirigida por Juan Carlos Mainer y coordinada por Gonzalo Pontón, Tomo 7, Derrota y restitución a la modernidad 1939-2010 de Jordi Gracia y Domingo Rodenas, Editorial Critica de Barcelona, 2011 y y en la Historia Critica de la Literatura Española, dirigida por Francisco Rico, en sus Tomos 8.1 (Primer Suplemento), Santos Villanueva y Tomo 9/1 Todos los Nombres:1975-2000, Jordi Gracia. Edit. Critica. Barcelona ,2000.
Si hay una referencia expresa en el Manual de Literatura Española. T.XIII Posguerra-Narradores. Cenit Ediciones. Pamplona 2000, de Felipe B.Pedraza y Milagros Rodriguez Cáceres, quienes escribieron en el amplio perfil de la primera etapa literaria de Jesús Torbado:
En 1976, poco antes de ganar el premio Planeta, aparece Sobresalto español, desmitificación irónica y humorística de las postrimerías del franquismo. Pero es secuestrada por la censura y no podrá volver a publicarse hasta 1986, con el título El Fin de los días….El hecho histórico de la muerte de Franco da ocasión a desarrollar en el plano de la ficción los aconteceres intrahistóricos. Se trata de un testimonio novelado…la unión del periodismo y la de la narrativa en la concepción de una historia con base a la inmediata realidad española, pero recreada en la ficción, desde una óptica particular.
Fotografía más reciente de Jesús Torbado. Agencia EFE
Otras obras secuestradas en el año 1976
A los simples efectos recordatorios y especialmente dirigidos a los jóvenes generaciones que no conocieron ni padecieron el “anterior Régimen”, conviene resaltar que también en marzo de 1976 fueron secuestradas las siguientes obras: Un nuevo cine político, de la editorial Anagrama, en abril, Cartas al rey de unos niños españoles”-Edit. Guadiana-; Los últimos días de la Cataluña republicana- de Rovira y Virgil, ¿Qué son las Comisiones Obreras? La Gaya Ciencia de Nicolás Sartorius, y Coordinación Democrática en la cárcel- de la Edit. Akal, Dorronsoro; tras la pausa veraniega, en septiembre se reanudaron los secuestros de libros con , Perspectivas del Movimiento Obrero, del Colectivo Akal ; en noviembre con El regionalismo asturiano” de J.Rey y JJ Tamayo, Por una Iglesia del Pueblo” Edit. Mañana de M.J.Antón y el Manifiesto Comunista en comic, en diciembre se prohibió a Xirinachs Diario de una huelga de hambre , a Santiago Carrillo –Edit. La Gaya Ciencia- ¿ Qué es la ruptura democrática? , a Castelao Galicia Mártir…(la anterior relación es una selección obtenida de Libros que no se dejan leer de Fernando García, que incluía también los posteriores secuestros del año 1977, (Cuadernos para el Dialogo de 30 de abril de 1977).
A dichas obras secuestradas habría que unir las trece también denunciadas del mes de marzo de 1976, de las que Francisco Rojas Claro, de la Universidad de Alicante, en su ponencia La represión cultural durante la transición: los últimos libros <prohibidos> (1975-1979), al II Congreso Internacional de Historia de la Transición: los inicios del proceso democratizador, celebrado en la Universidad de Almería del 28 de noviembre al 2 de diciembre del 2005), destaca cuatro de ellas , entre las que están El Sobresalto Español-editorial AQ-, Jean- Lug Godard y el grupo Dziga Vetrtov- de la Edit. Anagrama-, el fascículo de 50 años de vida política titulado << El verano del 1931>> publicado por Giner y la obra de Che Guevara , editada por Grijalbo, cuya figura seguía siendo tabú desde que se prohibieran expresamente las obras allá por el lejano 1969.
Una muy breve referencia a lo ocurrido con la obra El Fin de los días-antes denominada Sobresalto Español- relatadas por el propio autor.
Con un inicial entrada aclaratoria del porqué del retraso en la publicación de dicha novela denominado Introito diez años después, suscrita por el propio autor en Pozuelo de Alarcón en febrero de 1986 del que seleccionamos algunos fragmentos…respetando la literalidad con la que fueron redactados en su día.
En el mes de difuntos de 1975 y más que nada para exorcizar el destino, el autor recurrió al viejijisimo y desgastado truco de informar someramente a sus fieles lectores del origen y destino de un manuscrito encontrado en Aravaca… El espécimen novelesco se publicó efectivamente a mediados de marzo de 1976, bajo el titulo El Sobresalto Español, tan poco brillante; -dos días más tarde conseguía el desdichado honor de convertirse en el primer libro secuestrado después de la muerte de Franco. Publicaron la noticia, sin mucho detenimiento, varios periódicos.
Así el YA del 27 de marzo decía entre otras cosas: <Sobresalto Español>, novela original del periodista y escritor Jesús Torbado ha sido secuestrada por funcionarios de la policía, que procedieron a la recogida de los ejemplares y al precintado de las planchas en los locales de <AquiAQ Ediciones>. La novela escrita a modo de reportaje novelado, cuenta la historia de un ciudadano medio durante los días en que la enfermedad de Franco acaparaba las páginas de todos los periódicos.
La revista semanal Doblón recogía los hechos del modo siguiente:< Sobresalto español>, la novela reportaje del periodista Jesús Torbado, sobre los días de la enfermedad del General e Franco ha sobresaltado al propio autor, al contar con un final imprevisto: el secuestro. Y un secuestro que según fuentes cercanas al Ministerio de Información y Turismo puede terminar ante los Tribunales, bajo la acusación de “ofensas a un héroe nacional muerto en acto de servicio”. Torbado, que lo que había pretendido era escribir un manifiesto auténticamente democrático, lejos de opiniones partidistas y 2 pulsando la opinión de “la calle” va de sorpresa en sorpresa, pues “no” había escrito, teniendo en cuenta, incluso, la censura franquista (…)
Mientras los jueces comenzaban a estudiar el asunto, algunos ejemplares se salvaron de la destrucción e incluso hubo algún crítico que no tuvo reparos en enjuiciar agriamente la novela, advirtiendo desde la páginas de Blanco y Negro que tal secuestro era pura y simplemente una operación publicitaria.
No obstante el diario El País del 17 de julio de 1976 informaba: “El escritor Jesús Turbado ha sido procesado por el Juzgado de Orden Público número 1, a causa de su novela Sobresalto español, que fue secuestrada el pasado mes de marzo según comunica la agencia Cifra. En el auto de procesamiento se le imputa al escritor la expresión de conceptos injuriosos para la actuación política y la memoria de Francisco Franco, poniendo en boca de algunos personajes de la obra frases que pudieran inducir al menosprecio y deshonra del que fue el Jefe del estado. El Juez del Juzgado de Orden Público número uno, señor Gómez Chaparro, ha estimado que los hechos pueden ser constitutivos de un delito del artículo 164 Bis B) del Código Penal, que tipifica las acciones delictivas cometidas contra las Leyes Fundamentales. Se decretó la libertad provisional sin fianza del escritor, requiriéndole para que depositara 30.000 pesetas para asegurar responsabilidades pecuniarias a las que hubiere lugar. Se hizo cargo de la defensa el abogado Juan Mollá.
El señor juez, además de enfadarse terriblemente con el escritor cuando éste fue a prestar declaración con un cigarrillo apagado entre los dientes…consignó en el auto de procesamiento: RESULTANDO que…narra acontecimientos surgidos con motivo del fallecimiento del Generalísimo ( tachado y escrito encima General) Francisco Franco, Caudillo de España, y con tal motivo expresa conceptos injuriosos…
A partir de ese momento se liaron bastante las cosas. El autor procesado ni pagó las treinta mil pesetas ni se presentó nunca en el Juzgado de su vecindad los días uno y quince de cada mes y cuantas veces fuera llamado, entre otras cosas el Juez de Paz de Pozuelo de Alarcón no tenía mucho conocimiento de la cuestión y practicó la sabia cortesía de no llamarlo.
Y en esto llegaron las generales amnistías (14 de marzo y 15 de octubre). El señor juez Sr. Gómez- Chaparro Aguado llamó al novelista y le pidió que firmase el acta de amnistía para si mismo, aunque no para el libro, que no merecía tal beneficio. De modo que el escritor fue amnistiado de un delito del que jamás pudo ser culpable, pues no llegó a ser juzgado. Pero así sucedían las cosas por entonces y no vale la pena objetar a estas alturas. El experto lector tendrá ya abundantes noticias de cómo funcionaban el amargo y famoso Tribunal de Orden Público (TOP) y sus aledaños.
…Ya entonces se sabía bastante bien quién era Francisco Franco y lo que había hecho en España durante su permanencia en el Poder había significado para varias generaciones de españoles. Es de temer incluso que se supiera mejor que ahora, pues su recuerdo se ha esfumado del espíritu de la mayoría como el de una cruel y larga, aunque pasajera tormenta de verano. En contra de la opinión del Ministro de Información y Turismo, la novela no ofende a ningún pretendido héroe nacional, sino que describe a media voz muchas de las ofensas recibidas por algunas de sus víctimas….únicamente quiso contar el cuento de algo triste y algo divertido de todo un pueblo que se enfrentaba al término de muchos días aciagos y que temblaba también ante la frágil seguridad de que no volverían a repetirse.
Conclusiones
Por el resumen inicial de la trama de la novela y por los textos de la contraportada de la novela publicada en 1986 y de los párrafos anteriormente transcritos del Introito diez años después libro secuestrado Sobresalto español, publicado por la editorial Plaza&Janes con el titulo El fin de los días – hoy prácticamente desaparecido del mercado del libro- podrán los lectores saber y conocer la trama real de la novela que se desarrolla entre los días del 21 de octubre al 20 de noviembre de 1975.
Pretendo inducir a los seguidores del blog a que hagan lo posible por hacerse con ella o leerla en una biblioteca pública- yo lo hice en la Biblioteca Nacional- y además de reírse y aprender, quizás podrán sacar la misma conclusión, del que suscribe, se trata de algo más que una simple novela, pues es una fotografía detallada y fiel reflejo de una parte de la sociedad española, de cómo vivió esos interminables días que transcurrieron de octubre y noviembre de 1975 y que justifican en cierta medida, la necesidad hasta fisiológica, para millones de españoles para que se saquen definitivamente los restos del dictador Francisco Franco del Mausoleo que se construyó en vida.
Respecto al Juez del Juzgado de Orden Publico Nº 1 Rafael Gómez- Chaparro –quién pasó en enero de 1977 de dicho Juzgado a la Audiencia Nacional-, fue el primer juez instructor del sumario abierto por el atentado y asesinatos del despacho de los compañeros y camaradas de Atocha 55 en la noche del 24 de enero de 1977 y hubo de ser sustituido por el Juez Especial nombrado por la Sala de Gobierno, Barcala Trillo, dadas las trabas y dificultades impuestas por el juez Gómez-Chaparro durante la instrucción de la causa, denunciadas reiteradamente po los abogados defensores de las victimas e incluso por las facilidades que dio, con un permiso carcelario, para que pudiese fugarse uno de los autores, Lerdo de Tejada, quién se fugó a un país sudamericano.
Rafael Gómez Chaparro falleció cristianamente en Madrid el 26 de agosto de 2017, a los noventa y cuatro años de edad, según refería la esquela publicada en el ABC de 7 de septiembre de dicho año y hasta su muerte fue socio fundador del despacho GOMEZ CHAPARRO.ABOGADOS ASOCIADOS, en la Web del mismo, visitada el 28 de agosto del 2018), aparece la fotografía y el siguiente escueto perfil, donde se omiten deliberadamente algunos extremos importantes de su trayectoria profesional, del que por respeto y consideración a las víctimas del aquel siniestro atentado y a nuestros lectores no se hará ningún comentario.
Y por último, aunque sea una obviedad ya conocida y sabida, un consejo práctico especialmente para los jóvenes investigadores, que no se consideren suficientemente ilustrados con la información que obtengan en la red, pues como aquí sucedió, de haber hecho caso a la inmensa mayoría de los obituarios y de las necrológicas publicadas del recientemente fallecido Jesús Torbado no se hubiera tenido la oportunidad de sacar a flote otra visión “sobresaltada” y diferente de la que contenían la mayoría de las publicadas, en un momento concreto que se vivió en la España del angustioso final de la vida del dictador.