Nº 58: El acceso a los archivos en España. Libro electrónico de consulta gratuita

La presente entrada al blog tiene dos apartados diferenciados:

I.-El acceso a los archivos en España. Libro electrónico de consulta gratuita y  

II.-Necrológica del abogado laboralista canario Carlos Suarez Cabrera (a. Látigo Negro), fallecido el pasado 27 de junio

 

Los orígenes del libro” El acceso  a los archivos”.

El proyecto surgió en el año 2013 como parte del programa de la Cátedra de de la Universidad Complutense de Madrid  “Memoria Histórica del siglo XX”,  de la que en algún momento habremos de recordar su nacimiento y  su más que  accidentada desaparición con motivo de la problemática creada en el Ayuntamiento de  Madrid, regido por Manuela Carmena, por el cambio de la denominación de algunas calles.

Se creó, dentro de la propia Cátedra un grupo de trabajo específico que, en primer lugar redactó un Manifiesto  con el título “El acceso a los Archivos y Memoria Histórica del Siglo XX”, con el objetivo de abordar posteriormente la elaboración de un Libro Blanco  sobre el acceso a los Archivos de España.

A partir de ahí se diseñó la estructura de la actual obra colectiva a la que se sumó el lanzamiento de un cuestionario cualitativo sobre el acceso a los archivos dirigidos a todos los interesados  con especial atención a los profesionales de la archivística e investigadores profesionales y  cuyos resultados, también se publicaran en fechas próximas.

 

 

Una breve reseña.

Con motivo del Día Internacional de los Archivos, celebrado el pasado 9 de junio, las Fundaciones Francisco Largo Caballero (UGT) y 1º de mayo (CCOO) presentaron la publicación de la obra colectiva El acceso a los Archivos de España, dirigida por Antonio Gonzalez Quintana, Sergio Gálvez Biesca y Luis Castro Berrojo.

Este libro electrónico al que ya se puede acceder gratuitamente  marcando en el buscador su titulo, constituye en su conjunto  un más que revelador “estado de la cuestión” sobre el polémico y controvertido tema del acceso a los archivos y las limitaciones que encuentran no sólo los investigadores e historiadores sino los propios ciudadanos e interesados en conocer datos propios o de familiares que fueron represaliados durante el franquismo.

Son veinte las colaboraciones y cuyos nombres aparecen relacionados en la anterior reproducción de la portada del libro, además del Prólogo y la Introducción,  de especialistas en cuestiones de acceso a la información y a los archivos, la transparencia, los Derechos Humanos, el Franquismo y sus  Represiones. Se trata de una obra interdisciplinar en la que hemos  colaborado archiveros, historiadores, juristas e investigadores.

Ni que decir tiene, que el acceso a los archivos resulta fundamental para garantizar el derecho a la información en general y para acabar con la impunidad de los crímenes del franquismo, además figura reconocido en el Art.º 105.b de la Constitución ( El acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y defensa del estado , la averiguación de los delitos y la intimidad de las personas) como un derecho, que debería ser regulado por una ley estatal, aún hoy pendiente.

Como se destaca en el Prólogo de Sebastián Pacheco y Ramón Gorriz, Directores de ambas Fundaciones  sindicales coeditoras, “el valor  y la importancia  del acceso libre y universal a los documentos de los archivos, así como la libertad de obtención  de información como un Derecho Humano, que como tal, le corresponde al Estado su tutela y garantía, mediante Políticas Públicas  de la Memoria”.

Que deberán ser implementadas mediantes dos vías: promulgación  de una nueva legislación adoptada a las necesidades de los usuarios-los ciudadanos- y a los estándares democráticos internacionales y dotando a los archivos de medios técnicos y humanos necesarios para la conservación, tratamiento y difusión de los fondos.

En definitiva unas políticas públicas archivísticas para la defensa de los Derechos Humanos, destinadas a garantizar los principios de Verdad, Justicia y Reparación y Garantía de no Repetición, que se integren en una perspectiva de lucha contra la impunidad del franquismo, tal y como han venido manteniendo y aconsejando en estos últimos años,  a los sucesivos  Gobiernos del Estado Español, diferentes instancias supranacionales y organismos defensores de los derechos ciudadanos   dependientes algunos  de la ONU.

Dada la accesibilidad inmediata a este libro electrónico, cuyo Índice con las diversas colaboraciones y autores figura en las páginas  cuatro y cinco del mismo, posibilita la selección y orden de lectura, se renuncia a glosar sus contenidos, aunque se advierte de antemano, que alguna de ellas, parecen ser relatos kafkianos, pero reales como la vida misma.

Que disfruten de su pausada  lectura y lo comenten en sus respectivos medios familiares de amistades y conocidos y que en cierta medida se comprometan y solidaricen  con futuras campañas, para que no vuelva a suceder, como se dice en una cita inicial de Borges, en Otras Inquisiciones, tomada de una de las colaboraciones:

“El propósito de abolir el pasado ya ocurrió en el pasado y –paradójicamente- es una de las pruebas de que el pasado no se  puede abolir(…), tarde o temprano vuelven todas las cosas, y una de las cosas que vuelven es el proyecto de abolir el pasado.”   

II.- Necrológica del abogado laboralista canario Carlos Suarez Cabrera (a. Látigo Negro)

Carlos Suarez Cabrera, abogado laboralista canario y referente de la izquierda radical falleció a los 84 años de edad  el pasado  jueves 27 de junio.

Según informaba el diario de Las Palmas, La Provincia, del 30 de junio, bajo el titulo Adiós al Látigo Negro, apodo con el que  se le conocía en los ambientes obreros y de oposición del antifranquismo-aparceros, portuarios y guagüeros a quienes siempre defendió en sus luchas y reivindicaciones – su pensamiento y acción, estuvieron marcados por el fusilamiento, nada más empezar la guerra civil, de su tío Eduardo Suarez, Diputado del Frente Popular.

Además de las referencias en el antes citado diario, hemos recogido  para elaborar esta necrológica materiales diversos publicados los días 1 y 2 de julio en la red  El paiscanario.com y el también digital KAOSENLARED (Información contra hegemónica para el cambio social).

Junto Antonio Cubillo  fueron ambos pioneros en abrir despachos laboralistas a principios de los años sesenta, en Tenerife y Las Palmas de Gran Canarias, posteriormente compartidos con los también abogados Fernando Sagaseta , Manuel Morales y Augusto Hidalgo, militando como ellos en el Partido Comunista de España a partir de 1963, del que salió a su vuelta del exilio, por  enfrentamientos  políticos, con la dirección encabezada por José Carlos Mauricio y su   apoyo a las tesis del  eurocomunismo.

Procesado junto a Manuel Morales por el delito de  sedición- acusados ambos de dirigir la huelga de los estibadores en 1968- por el Tribunal de Orden Publico con petición del Mº Fiscal de ocho años, que quedaron en cuatro de condena, defendidos por sus compañeros madrileños Antonio Rato y Manuel López, pasó a la clandestinidad durante siete años, primero en Francia, luego en Tenerife y por último en su propia casa.

Se presentó a las primeras elecciones de los  año 1977  por la candidatura del Pueblo Unido Canario (PCU), formada por el PCC(p) Partido Comunista Canario-provisional-, las células comunistas y un fuerte movimiento popular de base y en  1979 como candidato independiente de la  Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT), sin lograr tampoco  el acta de diputado . Se reincorporó a la abogacía y abandonó la política activa.

Portada de la autobiografía de Carlos Suarez

En el 2006 publica su autobiografía, con el significativo título Mañana será mejor  de la editorial Anroart, que resume  de manera muy gráfica su sentir tras una activa y arriesgada lucha contra la dictadura franquista en la que  dice:

Me resisto  admitir que mi existencia no tenga otra finalidad  que la de ser un simple espectador critico  de la realidad  que me rodea.

El no fue, ni mucho menos  un simple espectador, sino un protagonista de primer orden que trató de cambiarla. Recibió por ello el apodo de Látigo Negro en reconocimiento  a su actividad como abogado laboralista y que en pleno franquismo, se dedicó en cuerpo y alma a defender a los trabajadores y población guanche  mas desfavorecidas.

Lamentablemente su nombre e  intensa actividad como  abogado laboralista durante muchos años en la Islas Canarias no aparece recogida debidamente, en los dos  tomos editados por la Fundación de Abogados de Atocha – Materiales para el estudio de la Abogacía Franquista- ni tampoco en la más reciente publicación Los Abogados que cambiaron España de Fernando Jáuregui, con estas breves notas de su perfil biográfico pretendo modestamente su incorporación a esa lista  siempre interminable de juristas que lucharon contra el franquismo y en continua ampliación.

Por el contrario si hay referencia expresa en dos ocasiones en el libro colectivo de Claudia Cabrero, Irene Díaz, José G.Alen y Rubén Vega,  Abogados contra el Franquismo. Memoria de un Compromiso político 1939-1977, con prólogo de Josep Fontana, Editorial Critica, Barcelona 2013(Pags.131-132 y 198).

Carlos murió a los 84 años y enterrado por voluntad propia en la más estricta intimidad.

¡¡¡ Que la tierra te sea leve, Carlos !!!.

¡¡¡ Hasta siempre!!!

Anexo Documental

A continuación se reproduce literalmente la Sentencia Nº 185/69 de 25 de junio del 1969 del Tribunal de Orden Público (TOP), por la que se condenó  a Carlos Suarez Cabrera- que se encontraba declarado en situación de rebeldía-  a cuatro años de prisión por el delito de sedición, juicio en el que fue defendido por su compañero abogado de Madrid Antonio Rato Rodriguez de Molde y el Magistrado Ponente  del TOP José Redondo Salinas.

 

 

 

 

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