Nº 30: Solemne entronización del Sagrado corazón en el Colegio de abogados de Barcelona

Una imagen coral de lo que era la España de los vencedores a finales de abril del año 1940. Las dos fotografías tomadas en un acto corporativo en la sede del colegio de Abogados de Barcelona son bien expresivas del espíritu profesional, político y religioso que reinaba en todo el país.

Resulta casi enternecedora la primera fila de las once personalidades fotografiadas en dicho acto, todos ellos con sus respectivos brazos derechos en posición de saludo fascista, los altos Jefes del Ejército con sus botas de montar y bastones de mando, la jerarquía católica eclesiástica del obispo con casulla, autoridades civiles de riguroso chaqué y los magistrados con sus togas y puñetas, en un entorno plagado de brazos en alto.

Para ilustrar y que comprendan los lectores de este blog en esta nueva época y formato la fotografía que lo acompañará en su página de inicio, se trata de una de las tomadas en el solemne acto celebrado el 31 de mayo de 1940 en el Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona, que la Circular nº 159 de dicha institución, titulaba “La fiesta de entronización del Sagrado Corazón de Jesús y el homenaje a los caídos“.

La información sobre dicho acto-fiesta ha sido seleccionada por el contenido de dicha Circular, que junto a las fotografías nos fue facilitada y cedida amablemente por Isabel Juncosa Ginestá, actual Directora de la Biblioteca del Colegio de Abogados de Barcelona y las reseñas aparecidas en el diario entonces denominado La Vanguardia Española, correspondiente al sábado 1 de junio de 1940, en la que, junto a una amplia crónica “sobre la entronización”, se publicaban otras sobre la vida militar en Barcelona referidas a la Comisión Provincial del Subsidio al Combatiente y a diversos trámites de la Auditoria de Guerra, como eran varias citaciones, requisitorias y edictos, como se puede apreciar en la composición y fotocopia que trascribimos.

La noticia sobre “la entronización” iba precedida por una información general que daba cuenta de como la ciudad de Barcelona –engalanada en la mayoría de edificios con enseñas y colores de la amada enseña nacional- continuaba así una vieja tradición sólo interrumpida en parte durante los años de la República y totalmente en los años de denominación marxista.

Además de diversos actos de carácter religioso incluida una procesión eucarística y el descubrimiento de una lápida dedicada a los Mártires del Seminario-profesores y estudiantes, caídos por Dios y por España.

Respecto a la reseña de “ la solemne entronización y al descubrimiento de una lápida en el Colegio de Abogados a la memoria a los numerosos colegiados que cayeron por Dios y por España”, ceremonia que tuvo carácter religioso y patriótico, asistieron el Capitán General, General Orgaz, Gobernador Civil González Ontiveros Gobernador Militar accidental Lasala, Obispo Díaz de Gomara, Alcalde Barcelona, Mateu, Consejero Nacional Joan Miquet, Presidente Audiencia Provincial Sánchez, Jefe Accidental Provincial del Movimiento, Fiscal de la Audiencia López, por la Universidad y la Facultad de Derecho los profesores Díaz y Gómez Campillo, Delegado de Hacienda Germán Rodríguez, la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados, el decano Alier y el secretario Covisa y otras destacadas personalidades y la mayor parte de los abogados barceloneses y también familiares de los caídos cuya memoria iba a honrarse.

Tomó la palabra el Decano del Colegio quién agradeció a las autoridades su presencia en el acto y dedicó un emocionado recuerdo a la memoria de aquellos abogados que por haber defendido la justicia y la religión habían sido víctimas de la horda roja que se ensañó con ellos.

Desde la galería del primer piso, bajo una enorme bandera tradicionalista con la cruz de San Javier, el Obispo asistido por el Vicario General de la diócesis y el párroco celebró la ceremonia de la entronización del Corazón de Jesús y bendición de la imagen, pronunció una vibrante plática para exaltar la misión que en la España de Franco deberían de llevar a cabo los abogados y a continuación se procedió a descubrir una lápida dedicada a la memoria de los abogados del Colegio de Barcelona caídos por Dios y por España. El acto terminó con la interpretación de los himnos Nacional y del Movimiento, dando las voces de ritual el Capitán General.