Sinopsis - Abstract
El pasado 5 de abril se presentó en la librería- de precioso nombre- Atrapasueños, la obra colectiva La Guerra de España en nuestras raíces. Ancestros, subjetividad y el oficio de historiador, cuyo editor y coordinador, Jorge Marco, actualmente profesor de Historia Contemporánea de la Universidad inglesa de Bath participó en la mesa junto a la también profesora de la misma disciplina en la Carlos III de Madrid Matilde Eiroa y el director de la editorial Postmetropolis, Pablo Sanchez León.
El libro de 438 páginas y precio de venta de 20€, consta de una primera parte introductoria –El historiador introspectivo. Mirar hacia dentro para mirar hacia fuera- del ya citado Jorge Marco, al que siguen las diez y siete respuestas personalísimas, cuyo índice y títulos completos pueden ser consultados pinchando en el presente enlace de una selecta relación de historiadores profesionales académicos, con la única excepción, del autor de esta reseña y blog, quién pese a objetar su inicial participación en el proyecto por no tener esa condición, ni considerarse incluido en ese honorable gremio profesional.
La originalidad de la idea inicial de la obra consistiría en mantener un diálogo entre el editor y los restantes colaboradores, a partir de un previo análisis retrospectivo de vivencias y experiencias varias sobre sus respectivos pasados durante la dictadura franquista y los relatos recibidos, en sus respectivos medios, con su posible influencia en su quehacer profesional de historiadores de la contemporaneidad.
Dada la extensión de mi colaboración -13 folios- con el título Algunas experiencias traumáticas de mi juventud (1953-1962) y que su contenido-lógicamente ampliado, con fotografías y documentos diversos – permite su publicación en diversas entradas posteriores del blog y que además, el coordinador y editor Jorge Marco ha tenido la amabilidad de responder afirmativa y urgentemente -pese las fechas festivas que nos encontramos- a mi petición de que hiciese una introducción a dicho capítulo, dicha colaboración su publicará en entradas posteriores y hoy solo reproducimos íntegramente a continuación, esa introducción, por su interés, e insistir, en la necesidad de que participen en la construcción del relato del pasado, personas que no tenemos la condición de historiadores profesionales.
Pasen y vean...
Con dicha llamativa frase y expresión, finaliza “la introducción” del profesor Jorge Marcos a la colaboración Algunas experiencias traumáticas de mi juventud (1953-1962).
JJ Del AT.
Durante el verano de 2020 estuve diseñando el proyecto de libro que luego tendría el título La guerra de España en nuestras raíces. Ancestros, subjetividad y el oficio del historiador. El objetivo era reflexionar sobre cómo las subjetividades, ya fueran de nuestras propias experiencias como las transmitidas en el ámbito familiar, tienen un impacto en las investigaciones que llevan a cabo los historiadores. Para ello decidí que quería contar con expertos españoles en la guerra de 1936 y la dictadura de Franco. Mi propósito era crear una especie de laboratorio colectivo en el que pudiéramos compartir experiencias y reflexiones sobre este aspecto que nunca había llamado la atención de los historiadores.
Con este propósito invité a 34 historiadores a participar en el proyecto. Mi objetivo era poder reunir la mayor pluralidad posible de historiadores en términos generacionales, ideológicos, de género, profesionales y geográficos. Uno de los primeros que me vino a la cabeza fue Juan José del Águila por su importante contribución sobre el Tribunal de Orden Público establecido por la dictadura de Franco. Con Juan José del Águila había coincidido años atrás en la Cátedra Memoria Histórica del siglo XX dirigida por Julio Aróstegui en la Universidad Complutense de Madrid.
De los 34 historiadores a los que invité, 17 rechazaron la propuesta por diversos motivos. Juan José del Águila al final ha sido uno de los participantes, pero mostró ciertas dudas al principio. Su principal reticencia es que consideraba que él no era historiador, por lo que sería una especie de rara avis dentro del libro. Yo traté de convencerle que no era cierto. Él era un historiador a pesar de que no hubiera desarrollado una carrera profesional como tal; su trabajo sobre el TOP era una clara muestra de ello. Este era además uno de los propósitos del libro: borrar esa ficticia línea que existe entre los historiadores profesionales y los no profesionales. Lo importante era el trabajo que había realizado cada uno, y no sus credenciales. Y él había realizado un trabajo de investigación que no ponía en duda su cualidad de historiador.
Después de varias conversaciones, para mi alegría, Juan José aceptó participar en el proyecto. Primero me mandó unas notas en relación con una serie de preguntas iniciales que le había mandado y, partir de ellas, mantuvimos una conversación. Esta parte del proyecto fue quizás la más interesante, porque nos permitía profundizar en la historia humana que pocas veces puede ver el lector, pero que tan importante es para los que investigamos sobre el pasado en nuestro trabajo.
La contribución de Juan José del Águila al libro La guerra de España en nuestras raíces es esencial. Él es uno de los cinco autores pioneros en los estudios sobre la guerra y la dictadura de Franco en España que participan en el libro junto a Ángel Viñas, Glicerio Sánchez Recio, Francisco Moreno Gómez y Alberto Reig Tapia. Todos ellos nacieron en la década de los 40 del siglo XX y fueron autores de libros pioneros en este campo.
El capítulo de Juan José del Águila muestra con claridad cómo los historiadores estamos marcados por nuestras experiencias personales y subjetividades cuando realizamos trabajos de investigación sobre el pasado. En este caso, Juan José del Águila cuenta cómo su experiencia en el Colegio-Abadía del Sacro Monte en Granada en la década de los 50 marcó su propia conciencia de clase. Pero además, Juan José describe también como la agresión que sufrió su padre en julio del 1961 por parte de un policía armado en Algeciras, la detención de su padre y él mismo, y el posterior procedimiento – Consejo de Guerra- ante la Jurisdicción Militar en febrero de 1962, terminaron por marcar su conciencia sobre la dictadura.
Lo interesante es que aquel joven que después volvió a ser detenido y juzgado por el TOP en mayo de 1968, en paralelo al ejercicio de su carrera judicial, terminara por investigar y publicar un libro sobre el propio tribunal que le había procesado y condenado.
Juan José del Águila ya me comentó que pretendía ampliar estas experiencias en su blog. Hoy me pide que haga una breve introducción para estas entradas. Con gran entusiasmo invito al lector a que siga explorando las experiencias que expone el autor en su blog. Juan José del Águila ha contribuido a la historiografía de la dictadura de Franco de forma determinante con sus investigaciones sobre el TOP y otras represiones. Ahora nos ofrece un relato más íntimo sobre sus propias experiencias, sobre aspectos íntimos y familiares que suelen estar ocultas en cualquier relato sobre el pasado. Doy la bienvenida a este tipo de iniciativa tan apasionante. Pasen y vean.
Exeter, 14 de abril de 2022.
Jorge Marco (University of Bath)
Obituario
¡¡¡ Paco Gor, hasta siempre…!!! Que tu profesionalidad como periodista demostrada durante tantos años sirva de ejemplo y de espejo en estos tiempos confusos y convulsos.
Nunca pensé que tu excelsa, brillante y profunda recensión publicada en el último número del suplemento Babelia del 2021 de la segunda edición ampliada del libro del TOP y reproducida literalmente con un breve perfil tuyo en la entrada nº121 de este blog sería tu última y definitiva contribución a la causa de la democracia y de las libertades en nuestro país.
Juan José del Águila Torres
Madrid a 14 de abril de 2022 (Ochenta y seis aniversario de la proclamación de la Segunda República Española, que fue suprimida tras un golpe de Estado de varios generales del ejército español, una guerra de tres años y una larga dictadura de cuarenta).