Sinopsis - Abstract
La copia literal e integra de dicha “NOTA”- de nueve folios mecanografiados en papel del despacho de Jaime Miralles, en la calle Ponzano, Nº75 con la fecha 15 de octubre de 1971 y su firma, que entregó personalmente en la mañana de ese día en las respectivas secretarias de los Excmos. Sres. Ministros del Ejercito, de Justicia y Fiscal del Tribunal Supremo (puede leerse pinchando en el enlace correspondiente del título de esta entrada) y constituye un documento clave para acercarse a la comprensión de lo que era aquella España franquista, que en el 1971 se dirigía inexorablemente a su finalización temporal-que no ideológica-, conservando casi todos los aspectos sanguinarios, crueles y represivos, que se institucionalizaron tras la Victoria después de un golpe de Estado fallido en julio de 1936 y una guerra civil de tres años. Igualmente puede leerse el más que esclarecedor artículo del magistrado Ramón Sáez, publicado hace once años y que a continuación se menciona.
“NOTA”, así la denominó desde un principio Jaime Miralles y el magistrado Ramón Sáez años más tarde- hoy destinado en la sección Penal de la Audiencia Nacional-, la calificó como – documento-monumento-, en el artículo publicado la revista Jueces para la Democracia en su Nº67, del año 2.010, Pags.20 a 36, (El homicidio del militante Pedro Patiño y la actuación del abogado defensor. Un episodio de la represión y de la lucha por la justicia).
Las razones de traer aquí esta especifica entrada al blog justiciaydictadura.com, son por una parte el cincuentenario de los hechos ocurridos a partir del 13 de septiembre de 1971 y además, por otra , la coincidencia con la próxima y eminente discusión en la Comisión de Justicia del Congreso de Diputados del Proyecto de Ley de Memoria Democrática y la más que previsible reacción de toda la oposición política y por último, en la necesidad para las nuevas generaciones de profundizar y extender al máximo posible, el conocimiento de los hechos y documentos que fueron en su día, lo serán hoy y para siempre documentos históricos claves en la Historia real y efectiva de nuestro pasado más reciente (1939-1975)- la dictadura franquista- lo que fue y significó ese régimen y cuáles fueron en muchos casos los comportamientos oficiales de algunos de los diferentes miembros de los distintos cuerpos represivos del Estado.
Antecedentes y circunstancias concurrentes
El abogado defensor fue Jaime Miralles Álvarez (nacido en San Sebastián el 1 de enero de 1920, que falleció en Madrid el 20 de enero del 2003) que elaboró un muy detallado informe y que presentó el 15 de octubre de 1971, en las respectivas secretaria de los ministros del Ejercito, de Justicia y el Fiscal del Tribunal Supremo, sobre las circunstancias en las que se produjo el más que anómalo fallecimiento del trabajador de la construcción Pedro Patiño Toledo por disparo de un guardia civil sobre las nueve de la mañana del 13 de septiembre de 1971- hace ya de ello cincuenta años-, cuando participaba repartiendo propaganda junto a otros tres trabajadores en un piquete informativo sobre la huelga de la construcción, convocada en aquellas fechas por el entonces perseguido sindicato clandestino Comisiones Obreras.
Por la elaboración y redacción de esa NOTA Jaime Miralles Álvarez fue procesado en un consejo de guerra en la Causa 137/1972, acusado de redactar y cursar un escrito con el evidente propósito de desprestigiar al Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil. Detenido e ingresado en la Prisión de Carabanchel el 17 de abril de 1972, donde permaneció hasta el 22 de dicho mes y año, lo que originó una movilización de cientos de abogados madrileños, que pusieron en marcha la Comisión de Vigilancia para la independencia en el ejercicio de la abogacía, Comisión esta, que en principio no fue reconocida por el Decanato y la Junta del Colegio de Abogados de Madrid.
Este grave y desconcertante acontecimiento- el asunto Patiño- significó para mí en su triple dimensión personal, profesional y política el inicio de una relación muy estrecha con el abogado Jaime Miralles Álvarez, a quién conocí esa misma trágica noche, que por consejo unánime de los abogados más veteranos del despacho de la calle Cruz, muy especialmente Antonio Montesinos y María Luisa Suarez Roldan, por su veteranía y acreditada experiencia profesional y conocimiento directo que tenían del Colegio de Abogados de Madrid aconsejaron que fuese Jaime Miralles Álvarez, quién asumiese la defensa, al que inmediatamente hablaron por teléfono dándole los escasas noticias que sobre el asunto se tenían y aceptó asumir ese compromiso profesional, manifestando que esperaría en su despacho la llegada de nuestra secretaria.
Propuesta y sugerencia aceptada por Dolores Sancho, a quién acompañamos a última hora en esa misma tarde noche al despacho domicilio de Jaime Miralles en la calle Ponzano, sin que durante el transcurso de ese día fatídico trece de septiembre hasta ese momento nadie se hubiese acercado al despacho de la Cruz, nº 16-3º donde trabajábamos o a su domicilio en Getafe para comunicar la noticia, aunque sí por el contrario la nota oficial de lo sucedido a las nueve horas de esa mañana, si estaba ya circulando en todos los diarios de la tarde- Madrid, Pueblo e Informaciones-según la falsa versión acerca de lo ocurrido elaborada de la Dirección General de Seguridad ,de inserción obligatoria.
La viuda del trabajador fallecido Dolores Sancho, que prestaba servicios administrativos en el pionero despacho de abogados laboralistas de Madrid, en su propio nombre y en el de sus dos hijos menores de edad Sergio y Paz, de cuatro y tres años- encargó a Jaime Miralles Álvarez, le defensa de sus legítimos intereses.
El despacho laboral de la calle de la Cruz Nº16 de Madrid
En aquellas fechas- septiembre del año 1971-además de los abogados más veteranos Antonio Montesinos Villegas y María Luisa Suarez Roldán, que llevaban allí- junto a Pepe Jiménez de Parga, Pepe Esteban y Gregorio Ortiz- desde mediados de los sesenta, nos encontrábamos Manuela Carmena Castrillo, que se incorporó en el 1968, el autor del presente Blog, Juan José del Águila Torres, desde diciembre de 1969- tras cumplir una condena de un año impuesta por el TOP por propaganda Ilegal –, María Teresa García Rodriguez, que simultaneaba por las tardes el despacho, con su trabajo como funcionaria-técnica de Universidades Laborales, la incorporación de Dolores Sancho en tareas administrativas a principios del 1971, fue una de las primeras medidas organizativas adoptadas para implementar las mínimas exigencias para un más efectivo funcionamiento de un despacho colectivo y de las que ya tendremos oportunidad de hablar en entradas posteriores, al hablar de nuestra activa participación en el inicio de esos despachos -asesorías de trabajadores.
Nota informativa de la Dirección General de Seguridad- de inserción obligatoria en todos los diarios de la capital de 13 de septiembre de 1971.
En la tarde de ese día, según relata Fernando Jáuregui (Los abogados que cambiaron España, 2019, Pag.9), “Dolores Sancho estaba en el despacho, junto a María Luisa Suarez Roldan y Manuela Carmena, cuando esta última recibe una llamada. Le cuentan que Pedro Patiño acaba de morir como consecuencia de un disparo policial. Carmena no tiene valor para decírselo a Dolores, seria Juanjo del Águila quién hubo de hacerlo.”
Esa versión no resulta correcta en su totalidad, ya que en realidad, es cierto, que Manuela recibió una llamada telefónica del compañero abogado Jaime Sartorius, para decirle que acababa de leer en el diario Informaciones de esa misma tarde, la nota de la Dirección General de Seguridad- cuya publicación era obligatoria según la Ley de Prensa de Fraga- y en ella se refería a la muerte de Pedro Patiño y la detención de otros tres trabajadores (Ángel Lopez Jiménez, Jesús Gonzalez Carcedo y Julio García Madrid) del piquete informativo de la huelga de la construcción- a consecuencia- se decía- de un forcejeo de Pedro Patiño-con numerosos antecedentes policiales- con un guardia civil, que intentaba detenerlo. También es cierto, que hube de ser yo personalmente, quién diese traslado de esa triste y trágica noticia a Dolores Patiño.
Dicha nota de la DGS se publicó no sólo en los diarios de la tarde del día 13 de septiembre sino en los de la mañana del 14 de septiembre del 1970, como se acredita fehacientemente por la reproducción de la misma en el diario ABC de Madrid.
Si algún lector interesado en conocer el perfil biográfico de Jaime Miralles Álvarez a través de Internet, al consignar en el buscador su nombre y apellidos completo, (el 25 de agosto había 102.000 referencias, el 31 de ese mes 186.000 y el 9 de septiembre 192.000), aparece en primer lugar, la referencia y colaboración que en su día realicé para el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia , donde consigné expresamente y así consta en dicha reproducción: En septiembre de 1971 asumió la defensa de Dolores Sancho y sus dos hijos menores de edad, viuda de Pedro Patiño, miembro de un piquete de la huelga de la construcción, quién en el momento de ser detenido falleció, al ser alcanzado por el disparo del arma reglamentaria de un guardia civil. Miralles elaboró un exhaustivo informe sobre dicho suceso, que remitió a diversas personalidades públicas españolas, por el que fue procesado por supuestas injurias al Ejército por la jurisdicción Militar, ingresando en la prisión de Carabanchel; se defendió a si mismo en el posterior Consejo de Guerra, que dictó sentencia absolutoria.
Creo y estoy convencido, que la trayectoria vital de Jaime Miralles Álvarez como persona, abogado y como político monárquico legitimista merecería de una más completa biografía, realizada por cualificada pluma en estos menesteres y creo que material documental y otras fuentes de carácter personal de todo tipo no habrían de faltar.
Un joven historiador, creo recordar que se llamaba García Alcalá, que realizó su tesis sobre el Frente de Liberación Popular-conocido como el FELIPE- y posterior publicación sobre el tema, me comentó en cierta ocasión hace ya muchos años , que estaría dispuesto a realizar un trabajo de investigación sobre las dos personalidades protagonistas de esta historia Pedro Patiño Toledo y Jaime Miralles Álvarez, idea que lanzo a jóvenes investigadores para que convenzan a las respectivas familias y herederos de ambos para que les faciliten la labor.
Cuando decidí elaborar esta entrada sobre la NOTA, pensaba dedicarle algún comentario más sobre la misma, desconociendo hasta ese momento la existencia del elaboradísimo artículo del Magistrado Ramón Sáez, hoy, ya he decidido incluirlo mediante enlace a esta entrada, pues se trata de un jurista demócrata, que utilizando las armas propias de la razón, la objetividad, la independencia y el distanciamiento temporal , para poner en entredicho y cuestionar en definitiva el falso relato de la versión oficial y “ las formas” con las que se actuaba en los aparatos represivos del franquismo , incluida toda la prensa “controlada” por el Ministerio de Información y Turismo.
A título ilustrativo, la confección material mecanográfica fue realizada por la esposa de un joven militante –del expediente de José Sandoval-que se encontraba cumpliendo su condena impuesta por el TOP y las miles de copias de la Nota se realizaron, en una copistería muy moderna-con máquinas para fotocopiar y grapar rapidísimas- sita en los bajos de la Plaza de Benavente- a menos de quinientos metros de la sede de la Brigada Político Social-, de la que éramos clientes para hacer trabajos para el despacho, cuyo dueño nunca nos preguntó por la necesidad y urgencia con las que le solicitábamos esos pedidos.
Pienso, que la difusión y lectura de estos documentos históricos deberían de ser de obligada lectura, estudio y discusión, en todas las Facultades de Derecho y de Historia-públicas y privadas-, escuelas judiciales y militares, como forma pedagógica y actualizada, de presentar como no deben de actuar en situaciones similares, los funcionarios públicos-incluidos todos los integrantes de los aparatos represivos- ya que su obligación es la de estar y actuar al servicio de la defensa de todos los derechos de los ciudadanos.
La auto defensa de Jaime Miralles en el Consejo de Guerra celebrado el 31 de mayo de 1974
Ese día tuvo lugar en el salón de plenos del Gobierno Militar de Madrid-Paseo de María Cristina- la vista del Consejo de Guerra, en el que se le acusaba de injurias a la Guardia Civil, Se celebró en sesión pública y entre los asistentes figuraban Don Antonio Pedrol Rius, Presidente del Consejo General de la Abogacía Española y Decano del Colegio de Madrid y dos representantes de la organización Internacional de Juristas con sede en Ginebra, numerosos abogados y militares.
El Fiscal militar en su intervención mantuvo que el Sr. Miralles había cometido un delito al dirigir sendos escritos a los Ministros del Ejercito, al de Justicia y al Fiscal General del Tribunal Supremo, en la que exponía su versión de lo ocurrido en la mañana del 13 de septiembre de 1971 en unas obras situadas en la carretera de Leganés y Villaverde.
Según la referencia de la noticia que apareció publicada al día siguiente a la celebración del consejo de guerra, el 1 de junio en el diario de Barcelona La Vanguardia Española. Las cartas enviadas por el Sr. Miralles no contenían frase alguna ofensiva para la Guardia Civil, pero la ofensa la constituía la totalidad del texto-nueve folios escritos a máquina a un espacio- que leyó íntegramente y terminó su intervención pidiendo para el procesado la pena de tres años de prisión, como autor de un delito de ofensa a un Cuerpo Armado.
A continuación tomó la palabra el abogado acusado Jaime Miralles para resaltar que había asumido la defensa de la viuda del trabajador Sr. Patiño en la misma tarde noche del 13 de septiembre por expresa petición de la misma y de sus dos hijos menores de edad y creyó honradamente y como profesional que la causa era justa y aceptó el encargo.
Aseguró que el escrito a los dos Ministros y al Fiscal del Tribunal Supremo lo había redactado y entregado seguidamente y los llevó personalmente en las secretarias respectivas de los destinatarios, en cumplimiento de la defensa que le había sido encomendada y que él había aceptado. El Ministro del Ejército le contestó dándole las gracias por el Informe, por lo que entendía que las apreciaciones y petición de pena del Fiscal eran más que discutibles.
Finalmente, el Sr. Miralles habló de su trayectoria política y de la conducta profesional mantenida a lo largo de toda su vida profesional y dijo, que en el ejército, cuando era alférez provisional de Caballería, había aprendido que todos y cada uno han de cumplir con su obligación, como así hizo como abogado al defender los derechos que le habían sido confiados y terminó pidiendo su libre absolución, que fue el fallo dictado por la Sala.
Crónica de un niño de 10 años del forzado y violento entierro de Pedro Patiño.
Por último, insertamos también como documento de interés, la redacción de un joven que entonces tenía diez años -Julio Rodriguez, quien acompañaba a sus padres ambos abogados y militantes del PCE- a las puertas del cementerio de Getafe para asistir al entierro de Pedro Patiño.