Abstract. 15/06/21
El pasado 9 de junio falleció en su domicilio de Denia a los ochenta y cinco años. Sus restos serian incinerados al día siguiente en el cementerio general de Valencia. Había nacido el 1936 en la localidad de Almassora (Castellón), cuyo Ayuntamiento decretó dos días de luto. El 23 de octubre del 2020 le habían otorgado por unanimidad del Pleno de dicha entidad, la máxima distinción.
La misma tarde del óbito, el Presidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig, se refirió a él “como un gran intelectual y un gran valenciano”… “quién nos deja un gran legado de Arte e Historia”, olvidó y omitió referirse a la faceta de luchador y víctima del franquismo, como miembro de la ASU (Asociación Socialista Universitaria), creada a finales de los años cincuenta.
Las parciales necrológicas de algunos diarios.
La mayoría de ellas hasta la fecha, hemos escogido las aparecidas en los diarios Las Provincias de Valencia y del diario El País de Madrid, de los días 10 y 11 de junio, en sendos titulares El arte contemporáneo pierde a Tomás Llorens y Tomás Llorens, el historiador del Arte que creaba Museos, firmadas respectivamente por Laura Garcés y Ferrán Bono, en las que se destacaban y resaltaban con bastante fidelidad y minuciosidad, el papel y función que jugó Tomás Llorens en el mundo del Arte y la Cultura no solo del País Valencia ino de España. De ambas entresacamos los siguientes datos de su perfil biográfico profesional.
Se licenció en derecho en Madrid y luego en Valencia cursó Filosofía y Letras en 1966, al terminar sus estudios universitarios estuvo muy vinculado con el equipo Crónica y fue profesor de Estética de la Escuela de Arquitectura de la Politécnica de Valencia (1962-1972), fecha esta última en que la Junta de Gobierno decidió rescindir el contrato al profesor Tomas Llorens Serra, comunicándole el rector que el motivo de ello era … el abandono sin autorización de la docencia para marchar al extranjero… en la noticia de El País, se afirma que fue expulsado tras su encarcelamiento durante la dictadura de Franco.
Hecho que le llevaría abandonar España y establecerse en Portsmouth (1972-1984), en cuya Universidad impartiría clases de Historia y Teoría de la Arquitectura. En 1976, Tomás Llorens y su amigo Valeriano Bozal, también crítico de Arte, fueron los comisarios de una exposición en la Bienal de Venecia, fuera de las instituciones españolas. En aquella Bienal Roja, el pabellón español permaneció cerrado porque no se invitó de forma oficial al país que estaba bajo el régimen franquista. Artistas como el Equipo Crónica, Jordi Texeidor, Antonio Tápies, Eduardo Arroyo, Alberto Corazón y Antonio Saura mostraron sus obras en el edificio central de los Giardini de Castello.
Fue Cipriano Ciscar, me informa telefónicamente Benito Sanz Díaz, quién la recuperó posteriormente y le encomendó la tarea de poner en marcha el IVAM.
Posteriormente continuó su carrera docente en las Universidades de Barcelona (1978-1980) y en la de Girona (1996-1998) impartiendo la asignatura de Historia del Arte.
Entre 1984 y 1988, ejerció de director general del Patrimonio Artístico de la Generalitat Valenciana. Como gestor cultural, además de su labor como patrono, consultor o Director de importantes museos, su labor en la recuperación de arte español o la adquisición de colecciones artísticas entre las que destaca la del escultor exiliado y casi desconocido en nuestro país Julio Gonzalez o de pinturas para la Thyssen.
Su trayectoria profesional vino marcada por su dirección de los muy importantes Museos, del IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) -1986-1988-, el Nacional Centro de Arte Reina Sofia-1988-1989- y primer Conservador Jefe del Thyssen Bornemisza en Madrid, lo que simultaneó con la docencia universitaria en las Universidades de Girona y Alicante. Fue Comisario de múltiples exposiciones de pintores nacionales y extranjeros de los siglos XX y XX.
Tenía la Medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes y doctor Honoris causa por la universidad de Alicante y miembro electo de la Real Academia de Bellas Artes de san Fernando.
Se calcula en más de doscientos artículos en revistas y catálogos de exposiciones sobre cuestiones relacionadas con la estética, la teoría y la Historia del Arte y el Arte del siglo XX. Sus últimos trabajos era una magna obra de siete volúmenes sobre el escultor Julio González, de los que ha dejado escrito seis.
Si nos atenemos al concepto etimológico de las palabras necrología (= noticia o biografía de una persona notable muerta hace poco tiempo), y la segunda biografía (= historia de una persona ) según versión de la 21ª edición del DRALE , tanto las dos anteriormente referenciadas de los diarios Las Provincias y El País, como las pronunciadas por Ximo Puig han de considerarse incompletas, ya que sus respectivos autores, olvidan u omiten consciente o por desconocimiento, aspectos y facetas muy importantes en la vida de Tomás Llorens, que ya son hoy públicos y notorios.
Y prueba evidente de lo anterior, es el contenido del digital elperiodic.com que titulaba Muere el crítico de arte Tomás Llorens, hijo predilecto de Almassora… que ha decretado dos días de luto oficial… y añade La Alcaldesa de Almassora ha destacado su compromiso con el arte cuando el arte en España se situaba a la cola de Europa y en un tiempo que no era defender los valores de la cultura como lo entendemos ahora. El señor Llorens sufrió los días de prisión franquista y la represión de un país atrasado en muchos ámbitos, como no, también en el cultural.
Tomás Llorens Serra, luchador y victima de la represión militar y civil franquista.
Además de la represión académica como profesor contratado por la Universidad Politécnica de Valencia, lo que le obligó a marcharse a Inglaterra, hubo posteriores hechos represivos que lamentablemente han sido omitidos en las dos necrológicas comentadas y que motivan y justifican la presente entrada.
Cuando hace ya muchos años, comenzé a seleccionar “perfiles” de personas, que habían tenido la desgracia de pasar por el siniestro juez militar Coronel Enrique Eymar que desempeñó tareas represivas en el aparato jurídico militar de la dictadura franquista desde 1940 a 1964, al comenzó del funcionamiento del TOP-, entre los que estaba Tomás Llorens, cuyos datos y referencias iníciales los tomé de Pablo Lizcano, La generación del 56. La Universidad contra Franco. Madrid 1981 y de Benito Sanz Díaz, Rojos y demócratas. La oposición al franquismo en la Universidad de Valencia 1939-1975 que ya desempeñaba una muy alta responsabilidad como primer Conservador Jefe del Museo Thyssen de Madrid, me propuse conectar para entrevistarle y con una simple llamada a su secretaria, pude concertar con él una entrevista personal.
Que tuvo lugar el 11 de marzo del 2006 en el bar de dicha institución, de la que aún conservo las notas manuscritas que tomé durante la hora que permanecimos charlando. Lamentablemente el proyecto de investigación, que lleva por título, el nada original El Coronel ya tiene quién le escriba, por variadas y múltiples razones se va posponiendo y aprovechando mi participación en noviembre del 2019 en Valencia de la X Trobada Internacional Investigadorxs del Franquisme, con una comunicación La represión judicial de los socialistas en la década de los cincuenta, le llamé por teléfono y con la sencillez y amabilidad que con anterioridad me había atendido, me dijo que si, concertamos encuentro en un hotel al lado del Ayuntamiento de Valencia.
Me sorprendió verle llegar con la tez muy blanca, me manifestó que venía directamente del Hospital donde periódicamente le tenían que hacer transfusiones. Por discreción y respeto hacia él no le quise preguntar el motivo o razón de las mismas. Recuerdo que lo primero que hizo fue pedir un bocadillo, que de inmediato le sirvieron sobre las nueve de la noche. Y volvimos a conversar sobre sus referencias y experiencias personales con su detención en mayo de 1959 y su procesamiento por el Coronel Eymar, con posterior Consejo de Guerra, en el que fue condenado a tres años de prisión, de los que cumplió dos en las cárceles de Carabanchel y en la de Valencia, a donde pidió el traslado y se lo concedieron, saliendo en enero de 1961, antes del cumplimiento integro de la condena, por la redención y por un indulto dado por el nombramiento de nuevo Papa Juan XXIII.
Fruto de esa conversación y las notas tomadas en la anterior, fue la entrada al blog Nº 69 de 19 de noviembre del 2019 -pinchar en el último apartado de la segunda ventana (EL BLOG-Histórico Entradas)-, con el titulo Tomas Llorens Serra y la Agrupación Socialista universitaria (ASU). Su procesamiento por el Coronel Eymar y condena en Consejo de Guerra en agosto de 1959, que los lectores pueden releer directamente en el blog o si lo prefieren en la reproducción de la misma que en Internet figura en la voz Tomás Llorens.
Me parece oportuno útil y conveniente, sobre todo para aquellas generaciones de jóvenes que no conocieron lo que fue realmente la dictadura franquista, que todavía a finales de la década de los cincuenta del pasado siglo -Tomás Llorens fue detenido en la pensión donde se alojaba aquí en Madrid, a las cuatro de la madrugada de 15 de mayo de 1959- después de haber estado bailando hasta altas horas por las fiestas de San Isidro, las detenciones por motivos políticos llevadas a cabo por la Brigada Político Social, en los calabozos de la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol podían durar diez días, ser sometido a torturas y malos tratos durante ese periodo por policías de Madrid y de Valencia, como ocurrió en este caso.
Resulta sintomática la anécdota contada por Cesar Cimadevilla-otros de los detenidos junto a Tomás acusado de reconstituir la ASU (Asociación Socialista Universitaria) que cuando le pasaron a declarar ante el Juez Eymar, en un despacho de la propia DGS, le relató que se había visto obligado a firmar la declaración por los malos tratos recibidos a lo que, el cínico del instructor militar y en tono de falso paternalismo le contestó “No pasa nada, Hijo Mío, No pasa nada. Te pondré de nuevo a su disposición (de la Brigada Político Social), para que lo aclaréis.”
Como dejó escrito Tomás Lizcano, los escasos restos de la ASU ( Asociación Socialista Universitaria) fueron retomados por Luis Solana, Cesar Cimadevilla -quién falleció el 18 de marzo del 2018-, que venían de Valencia respaldado por el incansable Amat ,se incorporaron al Comité de Coordinación Universitaria, formado para atender la distribución de propaganda en solidaridad con la Huelga Nacional Pacifica, que el PC había proyectado realizar para el 18 de junio de 1959 y como consecuencia de esas actividades fue detenido Luis Solana, junto al grupo de Valencia (Cesar Cimadevilla, Tomás Llorens y Vicente Lluch) y Alvaro Novo de Salamanca –todos de dignísimas familias, como se diría en la Sentencia condenatoria del Consejo de Guerra.
El Juez Eymar-fumador empedernido que los encendía uno tras otro, cuando aún no había terminado -según me relató Tomás en la primera entrevista- obsesionado de las relaciones de ASU con el PCE preguntaba insistentemente para conocer las posibles conexiones y colaboraciones, también interesado si conocían a Federico Sánchez.
El Consejo de Guerra se celebró en la calle El Reloj -entonces dependencias militares y hoy reconvertida en piscina a disposición de los senadores- el fiscal militar les pidió 12 años por Auxilio a la Rebelión, quedaron reducidos a tres. Al juicio asistieron periodistas y corresponsales extranjeros entre los que recuerda a Nováis.
Como homenaje póstumo a los fallecidos cesar Cimadevilla y Tomás Llorens, he recuperado una ficha con la cita literal de lo escrito por otro personaje histórico de la oposición al franquismo, Luciano Rincón, que estuvo exiliado en Paris y escribió en la mítica editorial Ruedo Ibérico, un libro con el titulo Nuestros primeros veinte y cinco años, que luego fue reeditado en el 2011 por la editorial Planeta, en el que se refería al Consejo de Guerra, en los siguientes términos:
La defensa del grupo la hacen Cesar Cimadevilla y Tomás Llorens, que son los acusados principales. Cimadevilla estudiante de la Escuela de Ingenieros de Caminos, habla fríamente, con la sencillez del hombre que está siendo acusado de hechos que, aunque respondiesen tan exactamente a la verdad como el fiscal afirma, escapan a su mentalidad, a sus años y a todas las circunstancias intelectuales e históricas. Cimadevilla se defiende él y defiende al socialismo. Defiende su derecho a pensar en socialista, su derecho a desear una España más justa y más lógica. Defiende a su generación y a las que la sigan. Nos defiende en realidad a todos los que no tenemos nada que ver con la <<catástrofe inútil>>.
Tomas Llorens, licenciado en Derecho, estudiante de filosofía y letras, secunda la defensa. Cimadevilla es exacto y frio. Llorens es más mediterráneo, poeta y temperamental. Habla de libertad, de la paz, de la justicia. Habla de esto como sólo podemos hablar nosotros, los que nunca hemos visto la libertad, la paz ni la justicia.
A modo de conclusión
Creo sinceramente que las noticias que aparezcan en los diarios y otros medios actuales de comunicación sobre el fallecimiento de cualquier persona, han de resumir brevemente todo su periplo vital, ya que los obituarios y necrológicas, significan y representan no sólo un testimonio escrito de despedida para con la obra del finado sino una especie de foto fija para todas aquellas personas que la lean y que en su inmensa mayoría son desconocedores de su rica y variada trayectoria.
Con mucho más razón si cabe, cuando se trata de personalidades que han contribuido con su trabajo y dedicación profesional a enaltecer y agrandar los ámbitos culturales y del arte de una ciudad como Valencia y de un país llamado España como es el caso de Tomás Llorens.
Las nuevas generaciones deberían saber que muchos ciudadanos españoles ejemplares que han rendido y producido intelectualmente durante estos últimos cuarenta y un años, antes fueron jóvenes, que se enfrentaron abiertamente a la dictadura franquista y por ello sufrieron la represión directa, detenciones, torturas, consejos de guerra y cárcel, por lo que, se les prestaría un muy flaco favor, si en su última despedida, se les niega el debido reconocimiento a su lucha y a su papel de víctima silenciada de la dictadura.
¡¡¡Descansad en paz Cesar y Tomás, para que en el futuro, vuestra lucha -además de vuestros logros profesionales- sea reconocida como patrimonio de todos los españoles!!!
Madrid a 15 de junio del 2021.
Juan José del Águila Torres.