Nº 143 El 1001 en la Biblioteca Nacional y recuerdos personales de aquellos tiempos

Resumen

Son dos los contenidos de la presente entrada, el primero celebrar y resaltar un gran acontecimiento político, sindical- cultural, iniciativa patrocinada por la secretaria de Estado de Memoria Democrática y la Fundación 1º de mayo, que la dirección de la Biblioteca Nacional de España haya decido ofrecer a los ciudadanos una exposición bajo el título 1001 PARA LA LIBERTAD. El Proceso contra la clase trabajadora”, al cumplirse el 24 de junio pasado cincuenta años de la detención, encarcelamiento, procesamiento y multa gubernativa de diez dirigentes y líderes de la Coordinadora de CCOO a nivel nacional.

Y en el próximo 20  de diciembre  el  cincuenta aniversario del juicio ante el TOP  (Tribunal de Orden Público) de los llamados “Diez de Carabanchel”- (Marcelino Camacho Abad, Eduardo Saborido Galán, Nicolás Sartorius Álvarez de las Asturias, Francisco Acosta Orge, Luis Fernández Castilla, Juan Muñoz Zapico, Fernando Soto Martín, Miguel Ángel Zamora Antón y Pedro Santisteban Hurtado) que fueron en realidad nueve, ya que al jesuita Francisco García Salve lo llevaron a la cárcel concordataria de Zamora -sólo para sacerdotes y clérigos opositores al franquismo- fueron todos ellos condenados por Asociación ilícita en grado de dirigentes, en primera instancia por el TOP a un total para todos ellos de 162 años de prisión por el simple hecho de reunirse clandestinamente para tratar asuntos de contenido político-sindical y laboral relacionados con el pujante y combativo nuevo movimiento obrero, surgido en el último tercio de la dictadura franquista.

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I.-Un simple clic en el ordenador

Aquellos que no puedan acercarse por la Exposición de la Biblioteca Nacional de Madrid abierta hasta el próximo 24 de junio- y con el deseo de que esta obra conmemorativa y educativa, pueda convertirse en “itinerante” para llevarla a diferentes ciudades y pueblos del Estado español – con pinchar en Google “Inauguración de la exposición Proceso 1001” y tendrán la oportunidad de escuchar en directo, el video con las diferentes intervenciones de ese acto, de Unai Sordo, Secretario General de CCOO, Nicolas Sartorius, Abogado y uno del diez procesados por el 1001 y los ministros  de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática Félix Bolaños y de Cultura y Deporte Miquel Octavi Iceta.

El ilustrado catálogo de la exposición, patrocinado por esos dos Ministerios y la Fundación 1º de mayo de CCOO con unas iniciales introducciones de dichos ministros, con ocho colaboraciones académicas de expertos/as y un amplio catálogo de materiales gráficos e históricos sobre dicho proceso.

El primero de ellos lo suscribe Carme Molinero, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona y que además ha sido la comisaria de dicha Exposición, con un bonito y expresivo título Conquistadores de derechos y constructores de democracia.

Tras ese descriptivo lema, la autora hace una indagación histórica de lo que fueron los orígenes de las primeras  “comisiones obreras”, surgidas mayoritariamente de forma y manera espontánea en los ambientes obreros, en sus inicios sectores mineros, luego – metalúrgicos y textiles- a mediados de los cincuenta del siglo pasado con iniciales reivindicaciones laborales elementales “a pie de tajo y en fábricas”, para después constituirse ya entrados en  la década de los sesenta en una organización de trabajadores con la consolidación del nuevo movimiento obrero, que ya en la I Asamblea Nacional (1967) se convertiría bajo la dirección de CCOO ”En una fuerza coordinada, sin distinción de ideologías políticas, concepciones religiosas, o filosóficas, y con el denominador común de no aceptación del sindicalismo oficial y defensa de la libertad sindical.”

Continua el relato histórico cronológico de lo que fueron ya esas Comisiones Obreras -con mayúsculas- en el devenir del último tercio final del franquismo, siendo objeto sus miembros militantes y adherentes activos, desde sus inicios y posterior desarrollo, al ser y constituirse en sujetos pasivos y víctimas de las diversas técnicas represivas de la dictadura franquista (detenciones, destierros-  extrañamientos , multas gubernativas, consejos de guerra y procesos ante el TOP, despidos y sanciones empresariales) hasta llegar a las detenciones de los diez trabajadores del sumario 1001 el 24 de junio de 1973.

Fue sin lugar a duda el principal juicio de uno de los últimos gobiernos del franquismo contra el Movimiento Obrero organizado a través de las CCOO, por sus repercusiones y movilizaciones tanto a nivel interno nacional como internacional, pero no el único.

Están pendientes de estudiar y analizar las 1320 sentencias-con sus respectivos procedimientos- dictadas durante el periodo que estuvo en vigor (de marzo de 1964 a diciembre de 1976) por el TOP con más de cinco procesados en cada una de ellas, en sumarios instruidos por la brigada político-social o la guardia civil en diversas capitales y pueblos de todo el territorio estatal, atestados policiales seguidos de instrucciones sumariales de los Juzgados de Orden Público, coincidiendo con huelgas y conflictos colectivos locales o inmediatamente después de los mismos, en los que se ponía de manifiesto el interés de las autoridades gubernamentales franquistas de sancionar y reprimir “a los cabecillas”, líderes naturales de esas actividades reivindicativas sindicales y laborales de los derechos y libertades democráticas, a las que siempre se les calificaba de subversivas y atentatorias del orden público y de la paz social.

En la segunda parte del texto introductorio al catálogo de la exposición “1001 PARA LA LIBERTAD, El Proceso contra la clase trabajadora de Carme Molinero termina elaborando breves reseñas de los contenidos a los artículos de Ángeles Cenarro, José Antonio Pérez, Javier Tebas Hurtado, Pere Ysás, Jose Babiano, Mayka Muñoz Ruiz y Susana Alba, a los que siguen múltiples fotografías y documentos relacionados con las dos vistas públicas del juicio 1001, la del TOP-juicio celebrado los días 20 y 21 de diciembre de 1973 y la del recurso de Casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que tuvo lugar 10 de febrero de 1975.

Finalizaba la introducción al catálogo , con algo que puede considerarse como una de las conclusiones más importantes y positivas de lo que significó el proceso 1001, que se convirtió en un proceso al propio régimen y a la dictadura  franquista, que tras casi cuarenta años en el poder, acabó imponiendo penas monstruosas a trabajadores por pretender ejercer los derechos y libertades que se  tenían y ejercían en Europa  y que aquí en España , se incluyeron formalmente  en la Constitución de 1978, lo que convirtió a ese movimiento obrero liderado por CCOO en un sujeto primordial en la lucha por la democracia, en el último tercio de la larga existencia del franquismo.

Por todo ello, es muy aconsejable, además de poder visitar la exposición abierta en la Sala Guillotina de la Biblioteca Nacional hasta el 24 de junio, comprar y adquirir este catálogo-pese a su  alto precio de cuarenta y dos euros- al que lamentablemente, hay que hacerle una sola  critica, con todo el cariño y admiración que me une a la catedrática Carme Molinero y Comisaria de la Exposición sobre el 1001, olvidó y omitió -suponemos involuntariamente-referencia alguna en su artículo introductorio al importante y trascendental papel que jugaron política y profesionalmente los abogados de los acusados en el 1001, así como labor previa organizadora que asumió Jaime Sartorius, coordinador de  esas defensas y también desarrolló importantes tareas de coordinación en las diferentes solidaridades internacionales, todo ello acompañado y auxiliado por el Comité y los miembros  de  la organización de la Agrupación de Abogados del PCE.

Afortunadamente esa lamentable omisión, quedó subsanada por cuatro de las colaboraciones, la de Javier Tébar Hurtado y la de José Babiano -Directores de los Archivos 1º de mayo de CCOO de Madrid y CCOOCAT Barcelona y las de Mayka Muñoz Ruiz y Susana Alba, historiadoras- documentalistas y colaboradoras de dichas instituciones, en las que se resalta debida y adecuadamente el papel de los abogados defensores de los procesados del 1001, así como la labor previa y posterior de coordinación, junto a otras entidades políticas y sindicales, en las campañas de solidaridad nacional e internacional, que se pusieron en marcha, que cuestionaron “ la supervivencia” del  tercer y último franquismo, poniendo con ello, las bases de salida al actual democrático parlamentario.

Otra nota crítica, muy personalísima, las muy escasas referencias de los diversos textos al Tribunal de Orden Público (TOP) o bien no se cita la fuente originaria de la información aportada- datos cuantitativos, gráficos, porcentajes…etc.-o bien se alude y menciona a la primera edición del libro sobre EL TOP de octubre de 2001, ignorándose en la práctica la existencia de una segunda edición actualizada de septiembre del 2020, presentada al público -locales y sedes centrales de las CCOO en Madrid y Barcelona-, un año después como consecuencia de la epidemia de  Covid, que incluye  listas completas de procesados , letrados y procuradores , con nuevos datos cuantitativos sobre el 99.99% del total de los procesados que constaban en  todas las Sentencias dictadas y además,  significativas aportaciones, absolutamente inéditas en el recargado panorama de la represiones franquistas , acerca de tres Juzgados Especiales dentro de la Jurisdicción ordinaria y otro militar, cuyo titular designado directamente por Franco en enero de 1958 fue el coronel Enrique Eymar, creados a mediados de los años cincuenta-1956, 1957 y 1967-este último para reprimir el movimiento estudiantil contestario- que funcionaron como  verdaderos tribunales excepcionales contra opositores políticos del franquismo,  los cuatro pueden ser considerados antecedentes legislativos de lo que fue luego la Jurisdicción Especial de Orden Público (Ley de  2 de diciembre de 1963, creando el JOP y TOP al Real Decreto Ley de extinción de esos órganos jurisdiccionales especiales y excepcionales del 4 de enero de 1977).

Portada del catálogo de la Exposición en la Sala Guillotinas de la Biblioteca Nacional Española (BNE). Abierta desde el 30 de marzo al 24 de junio del 2023

 

Indice del catálogo de la Exposición, con las ocho colaboraciones y variado material documental y de archivo sobre el 1001

II.-Otros recuerdos personales, relacionados con el juicio y las dos sentencias del 1001 y la solidaridad italiana

La segunda parte de esta entrada se podría encuadrar entre los relatos de la “microhistoria”, como apéndice, sobre el proceso 1001, tiene relación directa, con mis recuerdos y experiencias profesionales adquirida, con el amplio movimiento de solidaridad internacional que ese juicio suscitó, destacando una vez más el importante papel que jugaron colectivamente los abogados del PCE de Madrid.

La Agrupación de Abogados del PCE de Madrid.

Hace muy poco tiempo falleció-tras un largo periodo de enfermedad- Jaime Sartorius Bermúdez de Castro, miembro destacadísimo de dicha Agrupación.

De los múltiples obituarios y necrológicas tras su muerte, he de destacar, por muchas razones la del también compañero abogado y camarada del PCE Enrique Lillo – Hitos de Jaime Sartorius en la Historia de Comisiones Obreras,

quién con muy buen criterio y acierto, ponía en valor algunas de las principales tareas y funciones  de contenidos netamente políticas y sindicales que desempeñó con valentía y eficacia organizadora de Jaime Sartorius.

Resaltando entre ellas, el difícil papel de coordinador de las defensas de los procesados del 1001, por la dimensión política y trascendencia social del juicio para intentar que estuviesen representadas todas las organizaciones políticas de oposición a la dictadura, con el resultado negativo de la no intervención como Letrado de alguno de los diez acusados del entonces abogado laboralista Felipe González, futuro primer Presidente del PSOE en 1982, por dos razones : no haber intervenido nunca como defensor ante el TOP y porque ninguno de los tres sevillanos procesados  (Saborido, Soto y Acosta) quisieron cambiar su inicial designación de los letrados (Adolfo Cuellar, Alfonso de  Cossío y Cristina Almeida) y también la segunda faceta, en dicho tema del proceso 1001, la necesaria coordinación a nivel internacional de las muy  diferentes y distintas solidaridades que se pusieron en marcha.

Aquí en dichas ambas actuaciones, por supuesto sin demerito alguno por el compañero fallecido, donde quería poner el acento, con el fin aclarar y precisar la importantísima labor que desempeñaron los abogados demócratas, en las luchas y reivindicaciones de las libertades y derechos en este país.

Por elementales razones de coherencia y eficacia  política todos los miembros de la Agrupación de Abogados del PCE de Madrid- al menos desde que me incorporé a ella en los  finales de 1969, participábamos  y contábamos con la previa aprobación del Comité de la misma, elegido democrática y directamente por  la totalidad de sus miembros, para las actuaciones en múltiples facetas y actividades  que se desarrollaban en lo que hasta entonces se denominaba la clásica “Célula del Colegio de Abogados”, de forma y manera que, el cambio se produjo en los años últimos de la dictadura, en buena medida, para evitar reuniones multitudinarias que podían ser objeto de fáciles medidas represivas por parte de la policía política del régimen, no sólo por el aumento meramente cuantitativo en el número de integrantes activos -llegamos a ser aproximadamente un total en los tres frentes de 150 miembros activos -, sino que  por razones también  de eficacia organizativa y operativa.

La nueva Agrupación estaba dividida en tres frentes distintos y diferenciados, el laboralista, en el que se integraban los que ejercían esa parcela en su actividad profesional, bien en despachos colectivos o individualmente; el de barrios , aquellos abogados que se ocupaban del asesoramiento del nuevo movimiento vecinal – desgraciadamente sobre ese colectivo  de compañeros  fue el que más sufrió el atentado del 24 de enero de 1977 con  cinco asesinatos y cuatro heridos muy graves del despacho de Atocha 55 y por último, estaba, el denominado  profesional, en el que estábamos integrados aquellos abogados que ejercíamos fundamentalmente nuestra labor política en el Colegio de Abogados y en las relaciones , con representantes de las distintas fuerzas y partidos políticos que operaban en esa entidad colegial y la coordinación en las defensas de los procesados de Orden Público de fuera de Madrid , en  colaboración con los respectivos abogados del lugar de origen de la detención.

Miembros de esos tres frentes: -laboralistas-asesores del movimiento de ciudadanos de barrios y profesional – formaban parte del Comité de la Agrupación de Abogados del PCE de Madrid, hasta que se llevó a cabo-tras la legalización del PCE en abril de 1977, el proceso de territorialización de todas las Agrupaciones profesionales, uno de las políticas más erróneas y nocivas, adoptadas por el PCE en Madrid, pues fueron mucho más los aspectos negativos de dicha medida.

Del 24 de junio de 1972 al 15 de febrero de 1975

Dicho periodo en el que se comprende desde  el día 24 de junio- día de San Juan- de 1972, con la detención en el Convento de los Oblatos de Pozuelo en Madrid, de diez de los dirigentes e integrantes  de la Coordinadora Nacional de Comisiones Obreras por numerosos miembros de la Brigada Político-Social-Policía Política de la dictadura con pistolas y ametralladoras-, como si se tratase de la captura de un grupo peligroso de malhechores, hasta el 15 de febrero  de 1975, que se hizo pública la sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, en la que se admitía parcialmente los Recursos de Casación interpuestos por las defensas de los diez procesados, reduciendo drásticamente las muy abultadas condenas impuestas por el TOP, transcurrieron dos años y medio, que fueron muy ricos en mi periplo vital, con experiencias personales, políticas y  profesionales, que algún día habré de relatar, pues me dejaron hondas y definitivas huellas .

Pero hoy el relato ha de circunscribirse a las actuaciones políticas personales y profesionales, que llevé a cabo, durante ese periodo concreto , en el área de la solidaridad con el amplio y variado ideológicamente grupo italiano, quizás el más numeroso de los que nos visitaron y siguieron paso a paso, todas las incidencias y acontecimientos  del proceso y juicio a los del 1001, que en definitiva, venía a representar el nuevo movimiento obrero español surgido en  el último tercio de la dictadura franquista.

Marcelino Camacho en sus Memorias (Confieso que he luchado, pág.308)) al referirse a las muestras de  solidaridad  internacional con los del juicio 1001, afirma que de Italia vinieron veinte y tres observadores, entre ellos cinco diputados, dos democristianos, un republicano, dos socialistas y un comunista , mientras que, Mayka Muñoz , en la anterior referida  colaboración  en el Catálogo-citando una noticia publicada en la revista Información Española  editada en Bruselas, en enero de 1974, eleva el número a 32 integrantes de esa delegación, en la que se incluían representantes de las tres centrales sindicales italianas- a las que luego nos referiremos-a las organizaciones sindicales a nivel sindical nacional de Construcción , Metal, Textil y Químicas, Federaciones Juveniles de la Democracia Cristiana, de los Partidos Comunista, Socialista y del Republicano…que se trasladaron a Madrid para estar presente en el proceso contra Camacho y sus compañeros.

Por aquello de la división del trabajo dentro de la Agrupación de Abogados, a mí me tocó atender personalmente e los miembros de esa numerosísima delegación que se presentaron en Madrid un día antes de que comenzase el juicio del 1001, el 20 de diciembre del 1973.

De ahí que, haya conservado en mi archivo profesional documentación relevante sobre dicha visita, que hoy traigo al blog, complementando la información expuesta en la exposición y en el catálogo del juicio 1001 Para la Libertad…

Francesco Berti Arnoaldi

Fue uno de los integrantes de esa amplía Comisión de Solidaridad Italiana, antiguo miembro del movimiento partisano antifascista, abogado en ejercicio en Florencia, que asistió a la vista oral ante el TOP del juicio 1001, con el que mantuve una muy buena relación postal, intercambiándonos correspondencia.

Conservo una bonita postal, fechada el 30 de diciembre de 1973 con una vista de un antiguo grabado con la panorámica de la ciudad antigua de Bolonia, conteniendo unas muy cariñosas palabras-escritas en francés-que reproduzco a continuación y de las que destaco el párrafo traducido al castellano: “Los únicos deseos que puedo trasladarte, con todo mi corazón, son estos: no os abandonaremos.”

Postal de felicitación (30 dic.1973) del abogado italiano Francesco Berti Arnoldi dirigida Juan José del Águila

Mantuvimos nuestra amistad e intercambio epistolar en los años sucesivos y tuve la enorme suerte de que, en febrero de 1975, tras conocerse la sentencia de la sala segunda del Tribunal Supremo recibí un precioso librito suyo dedicado Al mia amigo Aguila, esperando. Francesco Berti, Bolonia,18 feb, 1975    , con el más que expresivo  título COI MIEI COMPAGNI IO DEVO RESTARE, autobiográfico, en el que se relata su participación como partisano en la lucha guerrillera contra los fascistas italianos y que termina relatando su estancia cuando se celebró el juicio del 1001, en capitulo, que lleva por título Tres giorni a Madrid., donde se narra con minuciosidad todas las peripecias y normas de seguridad que debieron seguir los miembros de esa delegación Italiana, para poder asistir a la vista y sus contactos con “ un amico spagnolo che dovra metterci in contacto con il colegio de difesa D***. Il sindicalista, mi accompagna; gli altri attendono all´ albergo.”

 

Comitato Unitario di Solidarieta´ con il Movimento Sindicale Antifranchista, de la Federazione CGIL-CISL-UIL. Liberta per-i prigioneri politici e sindicale spagnoli

Fue este Comité Unitario sin lugar a duda, uno de los instrumentos solidarios más eficaces, que se puso en funcionamiento en Italia, para apoyar con medidas prácticas y operativas, a la campaña para lograr la libertad de los presos políticos y sindicales españoles.

Para lo que, se movilizaron las tres Federaciones de   Sindicatos italianos CGIL-CISL- UI y trabajaron conjuntamente, no sólo en actos, manifestaciones y recogida de firmas en fábricas de las regiones y ciudades del país, sino haciéndose oír en los organismos internacionales la OIT, la ONU y las Federaciones Mundiales Sindicales.

La portada del cuadernillo que se acompaña constaba de cuatro hojas, en la primera, con un ilustrativo dibujo de Genovés, con una pareja de frente a un muro una introducción de las tres centrales italianas más importantes y representativas- CGIL-CISL-UIL- para apoyar a la clase obrera española  y sus respectivas organizaciones sindicales CCOO, UGT, USO y STV y  la segunda se contenía el llamamiento de los diez procesados del 1001 a  dichas centrales sindicales y a todos los trabajadores italianos, fechado en Madrid a 20 de diciembre de 1974  y las otras dos hojas para recoger las firmas y  las dirección de todos los firmantes, especificando al final del mismo, la ciudad, la fábrica y la categoría, los que deberían enviarse al Comitato Unitario de Solidarieta con el Movimiento Sindicale Antifranchista, con sede en la Federazione Cgil, Cisl, Uil, Via Sicilia 67, 00187 Roma.

Fue y representó el inicio de una campaña de movilizaciones que se inició en diciembre de 1974, cuando se preveía cercana la fecha para la vista del recurso de casación que interpusieron las defensas de los diez condenados por el TOP.

PORTADA CUADERNILLO DE CUATRO PAGINAS PARA LA RECOGIDA DE FIRMAS (Falta la última frase, que decía… Manifestiamo con forza la nostra solidarietá!)

 

Appello al lavoratiri italiani dei dieci sindicalisti di Carabanchel. Madrid 20 diciembre 1974

Una cena entre trabajadores españoles e italianos en el Mesón del Conde

De las varias visitas que hicieron a España-concretamente a la capital Madrid- los miembros italianos del Comité Unitario de Solidaridad con el Movimiento Sindical Antifranquista , habría de ser destacada, la que efectuaron en diciembre de 1974, cuando se había  cumplido ya  un año de la sentencia condenatoria del TOP que le impuso a los diez del 1001 un total de 162 años  de prisión y ya se preveía para entonces, la inmediata fecha de señalamiento de la vista de la revisión por el Tribunal Supremo.

La encabezaba Valeriano Giorgi, secretario general Adjunto de la Federación Italiana de trabajadores de la Construcción (Fillea-CGIL) junto a otros siete dirigentes de las otras Centrales Sindicales Italianas, que anunciaron su llegada, mediante un telegrama dirigido a la dirección del despacho laboralista de la Cruz Nº 16-3º Izda.

Previamente habían contactado con las representaciones diplomáticas y consulares italianas, para avisarles de sus firmes propósitos de visitar a los presos del 1001 que se encontraban en la cárcel de Carabanchel, objetivo que no lograron realizar por la negativa a dicha petición, del entonces exfiscal , Eduardo Ormaechea, entonces Director General de Instituciones Penitenciarias, en visita a los que les acompañé en la sede del Ministerio de Justicia gestionada personalmente a instancias mías, se excusó alegando, de no poder permitir la visita a Carabanchel de los delegados del Comité Unitario Italiano, al no ser aún  firme la Sentencia dictada por el TOP, por estar pendiente el pronunciamiento del Tribunal Supremo.

Mi conocimiento del Sr Ormaechea, era del año 1973, cuando actuó como fiscal acusador, en las diligencias abiertas en el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia de Madrid Nº 4 consecuencia de la querella presentada por el Fiscal General del Estado-Herrero Tejedor- primero por desacato, que fue desestimada en dicho Juzgado y después por supuesta desobediencia a raíz de una actuación profesional mia como abogado de oficio de dos trabajadoras en situación de rebeldía residentes en Sabadell, en el que me vi obligado a renunciar a las defensas por las numerosas irregularidades en la tramitación de ese sumario, con absolución inicial por el Magistrado Carlos de la Vega Benayas y posterior condena por la Audiencia Provincial de Madrid en la Sección Primera, que me impuso la condena de un mes de prisión por supuesta desobediencia, que hube de cumplir íntegramente al tener antecedentes de otra anterior condena del TOP por propaganda ilegal.

Durante su estancia en Madrid y después de realizar diversas gestiones ante las autoridades franquistas- del Ministerio de Justicia y de Instituciones Penitenciarias, y a fin de cubrir al máximo las apariencias legales y justificar mi actuación profesional como abogado en la asistencia jurídica de esos comisionados unitarios de las tres Confederaciones Sindicales Italianas, que representaban a más de siete millones de trabajadores, les facturé una minuta profesional por importe de una peseta, de la que guardo copia, que se reproduce a continuación.

Por último, antes de su regreso a Roma, les organizé una cena en los bajos del Restaurante Mesón del Conde, -lugar muy frecuentado por nosotros para tener reuniones con los compañeros abogados que venían desde fuera de Madrid para asistir a los juicios del TOP – sito al final de la calle Pelayo de Madrid y enfrente de la fachada derecha de la Sociedad General de Autores, a la que asistieron, lógicamente los miembros de esas tres centrales sindicales italianas y una treintena de trabajadores españoles de diferentes ramas y sectores productivos, entre las que se encontraban, la Construcción, Metal, Textil, Comunicaciones, Enseñanza,…de los que no me ha sido posible, pese haberlo intentado, recuperar los nombres de todos los asistentes.

Explicaron a los sindicalistas italianos la situación laboral y sindical de sus respectivos ramas y sus modos de trabajar dentro de las empresas, aprovechando el haber sido elegidos por sus compañeros en las elecciones sindicales como Enlaces y Vocales Jurados y a su vez, aquellos reiteraron su expresa solidaridad militante, prometiendo seguir con las movilizaciones para conseguir la libertad de los prisioneros políticos y sindicales españoles.

También asistieron varios periodistas españoles, una amplía reseña de la cena, firmada por R.V. (Rodrigo Vázquez de Prada) apareció publicada en la separata anexa al Nº 42-43, nov.-dic-1974 de la revista laboral Gaceta de Derecho Social, que también reproducimos a continuación.

A modo de conclusiones provisionales

Esta rica y variada experiencia profesional con los delegados unitarios italianos, en la campaña de solidaridad con los diez procesados del juicio 1001 a lo largo de ese largo periodo de más de dos años y medio, me reafirmó en la decisión de comenzar a ejercer profesionalmente como abogado ejerciente individual, siguiendo con mi militancia activa en la Agrupación de Abogados del PCE, por lo que abandoné el despacho colectivo de la calle Alcalá- donde quedaron Maria Luisa Suárez Roldán y María Teresa García Rodríguez, con la incorporación de dos jóvenes recién licenciados Federico de la Torre y Jaime Axel, compartiendo el trabajo de secretaria con las administrativas Doris Otero y Pepita Benlloch, ambas llegadas desde la emigración y me volví a la calle de la Cruz 16-3º, done permanecía el despacho de Antonio Montesinos Villegas, compañero y maestro, con el compartí los gastos mantenimiento del mismo, durante unos años, hasta que me trasladé al despacho abierto en la calle Bravo Murillo 187,1º.

Madrid a 27 de abril del 2023.

Juan José del Águila Torres, exabogado laboralista, ex magistrado de lo social, doctor en derecho, investigador-aflorador

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